Cuando las personas se encuentran en la intimidad, tanto hombres como mujeres gritan durante el sexo con el propósito que la otra persona pueda llegar al orgasmo.
Se ha descubierto que cuando emitimos sonidos durante una actividad sexual, los niveles de excitación de la persona que nos escucha aumentan.
En el caso de las mujeres, gritan porque su clítoris tiene varias terminaciones nerviosas que sienten placer y dolor. Cuando ellas emiten sonidos durante el sexo es porque están manifestando lo que están sintiendo.
Por el contrario los hombres, durante la actividad sexual sus niveles de excitación suben y bajan constantemente y suelen gritar cuando se están acercando a la eyaculación.
De hecho, gritar durante la intimidad es saludable porque nos ayuda a liberar nuestras emociones y frustraciones. Además, el éxtasis y el placer se contagian y se vuelve mutuo.