Investigaciones han demostrado que las personas pesimistas, utilizan esta actitud para alcanzar sus objetivos y para manejar la ansiedad. Estas personas, establecen bajas expectativas de todas las situaciones para no llevarse decepciones en el futuro.
El estudio solicitó a las personas que realizaran cierto tipo de actividades cuando estuvieran de buen humor y posteriormente les pidieron que hicieran las mismas actividades pero en esta ocasión cuando estuvieran de mal humor; sorprendentemente el resultado fue mejor en el segundo caso. Esto se debe a que las personas pesimistas aprovechan su estado de ánimo para automotivarse y conseguir un mejor desempeño.
La investigación descubrió que las personas pesimistas a diferencia de las optimistas, no se decepcionan con un resultado negativo, pues ellos ya lo esperaban.
En conclusión, las personas pesimistas utilizan su actitud para automotivarse y poder controlar la situación, estando más activos y concentrados frente a ella.