Según investigadores australianos, los grillos utilizan diferentes métodos de apareamiento, los más grandes y fuertes cantan, pero por el contrario los más pequeños y débiles se perfuman como estrategia para lograr llamar la atención de las hembras y conseguir pareja.
Según la investigación que fue publicada en Proceedings of the Royal Society B., se descubrió que cuando los grillos pelea, el ganador produce un sonido como si estuviera cantando, como símbolo de victoria.
Los grillos que no son tan grandes como los otros machos, en lugar de cantar y ser atacados por otros, producen grandes cantidades de hidrocarburos cuticulares, sustancias vinculadas a la reproducción.
”En términos de apareamiento, los hidrocarburos cuticulares equivalen a los plumajes vistosos que exhiben ciertas aves para atraer a su pareja”, explicó un científico de la investigación.