Los seres humanos estamos acostumbrados a darle un valor, ya sea emocional o monetario, a todo lo que nos rodea en nuestro mundo. A muchos de estos objetos les solemos perder el interés a medida que pasa el tiempo y solo los retomamos cuando estamos a punto de perderlos o lamentablemente cuando ya es demasiado tarde.

Hoy te invitamos a que seas consciente y agradecido por todas las cosas que tienes, recuerda el tiempo, esfuerzo y el dinero que tuviste que invertir para conseguirlas. No se trata solamente de que guardes todos tus objetos y los almacenes, sino de reconocer su utilidad y entender que cuando ya no las necesites más, podrás compartirlas con alguien que sí les pueda sacar provecho.

“No digas lo que piensas, pero piensa lo que dices”. Gabriela Mistral