Los japoneses se caracterizan por ser corteses, pero este suceso te sorprenderá de hasta donde es capaz de llegar su amabilidad. En un minimercado, un hombre entró y le preguntó al dueño si podría robar el establecimiento y como le respondieron que no, se retiró y se entregó a la policía.

En robo sucedió en una tienda en Ogori, Japón. Según cuenta la policía, el hombre entró a la tienda y le dijo al gerente: “He venido con la intención de intimidarlo y robar esta tienda. ¿Puedo pedirle que coopere conmigo?”, de una manera poco intimidante. Como no recibió la noticia que quería, se dio media vuelta y salió de la tienda sin tomar nada.

Más adelante, el presunto ladrón se dirigió a una estación de policía y confesó su intento de robo. Los policías lo registraron y lo requisaron, encontrándole un cuchillo de cocina que jamás sacó para intimidar al gerente.

La policía aún intenta encontrar los motivos del robo, aunque algunas personas afirman que solo es un loco en su desesperado intento de ser arrestado.