La historia de amor de los padres de Alice es bastante peculiar. Su madre, Jessica Share, se enamoró del padre biológico de su hija 13 años después que ella naciera. Share fue sometida a inseminación artificial de un donante anónimo a quien conoció años después y actualmente es su pareja.

Según revela la revista People, la madre dijo que todo comenzó en la navidad del 2016 cuando su hija empezó a hacer preguntas sobre su padre biológico, pero ella ya sabía cómo había sido concebida.

Entonces, Alice pidió un kit de ADN (23andMe) de regalo de navidad donde descubrió que es 48 por ciento alemana, 15 por ciento británica y otra mezcla de herencias europeas. En la sección de familiares con el mismo ADN salió Aaron Long, a quien ella decidió contactarlo a través de 23andMe y descubrió que era un músico y escritor de la ciudad de Seattle.

Aaron le respondió y se pusieron de acuerdo para conocerse en julio del 2017, por lo que Alice y su madre viajaron desde Eugene, Oregon hasta Seattle.

“Me enamoré de mi donante de esperma“, dijo Jessica. “Sentía como que ya lo conocía, la manera en que sonreía y su sentido de empatía me recordaba a Alice”.

Finalmente, en agosto del 2017 Jessica se mudó junto con su hija a Seattle a vivir con Aaron, quien confiesa que debe tener al menos otros 10 hijos como resultado de sus donaciones de esperma.

“Definitivamente es una historia de amor muy moderna”, expresó Aaron.