El investigador Ethan Kross, realizó un estudio en el que descubrió por medio de una resonancia magnética, que el cuerpo activa las mismas redes cerebrales cuando se sufre un desamor y una quemadura leve. “El corazón roto y las separaciones dolorosas son más que simples metáforas”, dijo Kross.
Según indicó el investigador, los sentimientos de rechazo y los traumas emocionales son capaces de desarrollar dolor crónico como la fibromialgia.
En la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, se publicó la investigación donde se invitaron a 19 hombres y 21 mujeres que no padecían ni tenían historial familiar de enfermedades mentales, pero que recientemente habían sufrido alguna decepción amorosa, a que se realizaran a una serie de escaneos para medir su flujo sanguíneo. Como resultado pudieron observar que las decepciones amorosas activan las mismas zonas cerebrales que las quemaduras.
“Como médica clínica, me gustan los estudios como este porque los pacientes a menudo no comprenden por qué tienen que hacer trabajo emocional. Mostrarles algo así les ayuda a comprender que la ciencia está detrás de lo que les pido hacer”, concluyó la investigación.