Un hombre de Israel llamado Eli Fruchter, es amante de los acuarios y lo demuestra ya que es de las pocas personas en el mundo que tiene uno en su living para sumergirse y nadar junto a sus peces.

Su pasión por los acuarios comenzó a los cinco años, cuando solía vivir con sus padres quienes le compraron uno. Cuando creció y se independizó, su pasión aumentó aún más pues decidió construirse un acuario de 7900 galones, donde habitan más de 150 peces a los que puede alimentar con la palma de su mano pues le gusta sumergirse para interactuar con ellos.

Para asegurarse que su “pequeño” acuario esté en optimas condiciones para sus peces, cada semana conduce un carro de golf especialmente equipado desde su casa, a la vecina orilla del Mediterráneo, y lo llena con 264 galones de agua de mar para su acuario.

Por el momento Eli se encuentra satisfecho con el acuario que tiene, pero asegura que aún está en proceso y que seguirá adaptándolo hasta que llegue a la perfección.