Un joven que trabajaba en una oficina de alquiler de autos, decidió adulterar las bebidas de sus compañeros con drogas porque no le gustaban sus estados de ánimo.
Dos de sus compañeros tuvieron que ser hospitalizados al empezar a presentar síntomas como mareos y temblores incontrolables sin razón alguna. El gerente tuvo que llamar a una ambulancia, pero también llamó a la policía pues pudo ver como un miembro de su personal sostenía un gotero sobre las bebidas de todos. Al ser cuestionado por los policías, el hombre admitió sin presión alguna que quiso subir el estado de ánimo de sus compañeros con LSD, pues tenían una energía negativa.
Según el informe elaborado por los oficiales, el hombre admitió haber adulterado con LSD las bebidas de sus compañeros porque “estaban demasiado tensos y necesitaban tener mejor energía”.
Por el momento el joven no ha sido arrestado ya que se están esperando los resultados de laboratorio para determinar exactamente que droga fue empleada, pero enfrentará cargos de agresión en segundo grado y posesión de una sustancia controlada.