El juego es un factor importante en el desarrollo de un niño. Según estudios el 90% de los padres y el 81% de las madres no dedican el tiempo suficiente a jugar con sus hijos. Para mostrarte por qué es tan importante, te contamos sus beneficios:

• Autocontrol emocional: jugando, los niños aprenden a tener control de sus emociones, a influir positivamente en otros, y reconocer señales afectivas.
• Habilidades socioemocionales: el contexto donde los niños se desarrollan y promueven su realización personal es la familia, aquí crea la imagen de sí mismo y de su entorno. Las interacciones en el juego familiar van a hacer que potencie el adquirir reglas sociales, de lenguaje, su comprensión y afecto. También van a aprender y a explorar la sociedad en que se desenvuelven.
• Seguridad del niño: influye positivamente que el niño juegue con sus padres para generar experiencias y construir confianza en otros niños.

Como dato adicional, los niños que juegan tienen más éxito en sus estudios.