Un portavoz del gobierno de Sri Lanka, aseguró que los ataques terroristas fueron ejecutados por siete suicidas con el fin de atacar iglesias y hoteles de lujo, logrando matar a 290 personas y herir a más de 500. Al parecer los asesinos pertenecían a una red criminal internacional.
Según Ariyananda Welianga, alto cargo de la división forense del gobierno, dos suicidas se inmolaron en el lujoso hotel Shangri-La, otros tres escogieron como objetivo tres iglesias y los otros dos lo hicieron en hoteles.
“Aún continúan las investigaciones”, dijo Welianga.
Por el momento, ningún grupo criminal se ha pronunciado como responsables del atentado del Domingo de Resurrección.
Por su parte, el presidente Maithripala Sirisena, dijo que pedirá ayuda extranjera para encontrar a los responsables de este abominable acto, que al parecer provinieron de un grupo criminal organizado que opera a nivel global.