Si algo ha caracterizado a Pepe Aguilar es el amor por los animales, en especial por los caballos, no obstante este fin de semana provocó una gran polémica entre los #AnimalLovers pues fue señalado en redes sociales de maltratar a sus caballos, tras marcarlos con imágenes en el cuerpo.
La polémica se da tras la publicación de varios videos en su cuenta de Instagram, donde Pepe Aguilar presume a sus caballos, los cuales lucen un grabado en su cuerpo.
Se trata de dos imágenes, una del Calendario Azteca y otra del icono de la casa de alta costura Versace, realizadas por un barbero que cortó pelo en la zona llamada grupa de estos equinos. Muchos creyeron en principio que se trataba de alguna especie de tatuaje doloroso pese a que en el video se mostraba la técnica y el cantante fue cuidadoso en explicar el proceso. Pero fueron muchas las críticas, incluyendo denuncias a la famosa institución de protección animal PETA.
El mismo Pepe Aguilar aclara que sus caballos no sufrieron maltrato en ningún momento, y lamenta que usuarios señalen que sí los lastima. “Esto no le duele en lo absoluto ya que a ningún animal incluyendo a los animales ‘racionales’ (o sea, a los humanos) nos duele cuando nos cortan el cabello. O sea que puedo confiadamente afirmar que no existe dolor cuando cortan el pelo.”
Oiga Don Pepe: ¿A eso no se le llama maltrato animal?, “Muchos quisieran tener el trato que se le da a un caballo de estima como estos…”, citan usuarios en algunos mensajes. Pepe dirige un mensaje especial a los “preocupones”, y menciona que jamás permitiría que lastimaran a ninguno de sus seres queridos, y los animales forman parte precisamente de sus seres queridos.
“Por lo tanto, más confianza please. Y si se puede también, más opiniones con fundamento por favor”, escribió Pepe Aguilar. El barbero que se encargó de compartir los videos de su trabajo con los caballos, donde también aparece Pepe Aguilar, explicó que uno de los equinos fue un regalo de Vicente Fernández, mismo que le envió a la pequeña de la dinastía, Ángela Aguilar.
