Un ingeniero e investigador español llamado Antonio Ibáñez, es el inventor de unas de las herramientas más relevantes para evitar ahogamientos en las piscinas, los cuales ocurren con mucha frecuencia en el verano.
“Es un sinsentido tecnológico y un anacronismo macabro que hoy en día podamos configurar la alarma de nuestra casa desde el teléfono móvil y sin embargo no haya una aplicación o un dispositivo que nos permita tener a los niños controlados en la piscina mientras los adultos estamos haciendo otras cosas”.
Esta piscina anti-ahogo tiene un sensor en el fondo, el cual se levanta cuando siente un contacto continuo de un peso. Actualmente esta tecnología ya se puede encontrar en varias piscinas de todo el mundo.
Ibáñez explicó que el agua también es especial, pues por medio de varios productos naturales logra que su densidad sea hasta 10 veces mayor que la convencional, por lo que es la solución perfecta para parques acuáticos o en programas de rehabilitación de spas y balnearios
Cabe destacar que el hombre trabajó mucho tiempo para la NASA, pero se retiró para dedicarse a los inventos que pudieran salvar vidas.
Y tú ¿has podido estar en una piscina de estas?