Un reciente estudio ha descubierto que correr es un “estrés saludable” que beneficia anímicamente a la persona que lo practica.

Esto se debe a un proceso fisiológico que solo ocurre cuando corremos.

“Cuando corremos se liberan las hormonas del estrés (por esfuerzo físico), que estimulan y dan placer. Aumenta la frecuencia cardíaca y respiratoria, y hay gasto muscular. Sobre todo se libera cortisol, que nos da energía, mientras que las endorfinas y las dopaminas mejoran el estado anímico”, señala Romina La Rosa, médico endocrinóloga del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas.

La especialista aclara que estos beneficios solo se obtienen cuando se realiza esta actividad al aire libre, ya que en la caminadora es un proceso diferente.

Por su parte, la entrenadora personal Magaly Farfán, destaca que sería ideal hacerlo en las mañanas, pues además de cambiar nuestro estado de ánimo, nos pondría en estado de alerta y estaríamos más lúcidos durante el día.

“La actividad física o el correr da una sensación de bienestar si se está estresado o cansado, porque implica una actividad muscular relajante. La tensión muscular producto de este tipo de estrés, relaja cuerpo y mente. Como un uso terapéutico puede ayudar a bajar los problemas, pero no los resuelve”, agregó el psicólogo clínico Christian Martínez.

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