¿Recuerdas las historias de las suegras malvadas que veíamos en las películas las cuales hacían todo para que sus nueras no fueran felices? Pues hoy te traemos una historia que nos comprueban que si existen.
Una mujer aprovechó que la mamá de su nieto estaba hospitalizada y decidió cambiarle el nombre al bebé porque no le gustaba.
Según medios locales, la mamá se estaba recuperando de la cesárea, cuando su esposo y su suegra fueron a registrar al niño para que pudieran nombrarlo como ellos querían.
La mujer contó que fue hasta los dos meses de nacimiento del bebé que se enteró que su suegra y su esposo se habían puesto de acuerdo.
“Me dejó creer durante dos meses que el nombre de nuestro hijo se escribía como “Finley” cuando legalmente no lo es. Descubrí todo esto cuando fui a buscar su tarjeta de Seguro Social y su certificado de nacimiento para archivarlos correctamente. Dice que se arrepintió tan pronto como llegó la tarjeta y tuvo miedo de decírmelo”, comentó.
La verdad es que el tema no es nada complicado pues mientras ella quería que se llamara Finley, su esposo y su suegra querían que se llamara Finlay.