Desde hace tiempo ya se viene hablando que la falta de sueño y el Alzheimer están relacionados, pues las personas que sufren de esta patología no pueden descansar bien ya que se despiertan continuamente.

Por tal razón, unos investigadores de la Universidad de California, decidieron ir más allá e investigar si la falta de sueño podía aumentar las probabilidades de padecer la enfermedad.

El Alzheimer es una atrofia cerebral progresiva que se da por la acumulación de la proteína beta-amiloide en el cerebro, la cual a largo plazo es la culpable de la pérdida de memoria.

Esta proteína es un desecho de una actividad normal de nuestro cerebro, es decir que todos la producimos. Los investigadores explican que cuando no se duerme bien, esta proteína no se puede desechar completamente.

Para llegar a la conclusión, se tomaron muestras de líquido cefalorraquídeo a un grupo de voluntarios durante 36 horas. Una parte de los participantes tuvo un sueño reparador, mientras que a otros se les interrumpió.

El resultado arrojó que las personas que habían dormido muy poco o nada en absoluto tenían mayor concentración de esta proteína durante el día siguiente, la cual solo se desecha durante el sueño y, si no se duerme bien, permanece.