La mayoría de nosotros hemos comido alguna vez algún alimento que se haya cocinado más de la cuenta, asegurando que tiene un muy buen sabor. Sin embargo, varios estudios han demostrado que los alimentos quemados pueden tener efectos peligrosos en el largo plazo.
El gran problema radica en la presencia del químico acrilamida, el cual se forma a partir de los azúcares y aminoácidos de algunos alimentos.
La presencia de la acrilamida en la alimentación incrementa el riesgo de desarrollo de cáncer, principalmente en el riñón, el endometrio y los ovarios.
¿Cuáles son los alimentos donde se ve con más frecuencia?
Para empezar, las papas fritas son el mayor “enemigo”: representan hasta el 49% de la exposición media a este compuesto.
Los cereales de desayuno, los pasteles y productos dulces también representan un riesgo, sobre todo en niños y adolescentes.
Finalmente, los expertos manifiestan que la única manera de protegernos, es teniendo más precaución cuando cocinamos nuestros alimentos.