Una mujer australiana llamada Meggan de 25 años, quien era obsesionada por el ejercicio, los alimentos saludables y los suplementos deportivos, falleció después de consumir de manera excesiva licuados de proteína, con los cuales buscaba tonificar su cuerpo.

Según medios locales, el ejercicio y los suplementos deportivos se convirtieron en sus mejores amigos desde el año 2016, sin embargo, nadie pensó que estos productos la iban a llevar a la muerte.

Su madre Michelle, dijo que ella tenía mucho tiempo alimentándose únicamente de pollo, carne roja y licuados de proteína. Incluso, reveló que antes de morir ya presentaba señales muy extrañas, pues sus manos temblaban constantemente.

A los días de haberle advertido que dejara de consumir esos suplementos, Meggan fue encontrada sin vida en su casa.

Los expertos aseguran que un consumo excesivo de proteínas, hace que el cuerpo se llene de amoniaco, el cual no puede filtrarse para ser expulsado del cuerpo, siendo altamente tóxico en la sangre.