Un joven llamado Nick Humphreys, de 29 años, sufrió un severo daño en su córnea, luego que una bacteria se le quedara atrapada en el ojo.
Todo comenzó el año pasado, cuando el joven decidió tomar una ducha con los lentes de contacto puestos.
A los pocos días, empezó a notar una fuerte molestia en su ojo derecho donde notó que, a pesar de usar sus lentes, su visión empeoraba progresivamente.
Cuando se dirigió al médico para que lo revisara, le realizaron unos exámenes que mostraron que tenía una queratitis por acanthamoeba, una clase de infección causada por una ameba que vive y se reproduce en el suelo y el agua.
“Pasé de ir al gimnasio cada dos días y jugar fútbol tres veces por semana, a quedarme en casa por seis meses y perder la voluntad de vivir”, contó Humphreys.
En la actualidad está esperando un trasplante de córnea y ha compartido su historia para que otras personas no comentan el error de ser descuidados con la higiene de sus ojos.