La testosterona tiene el mismo efecto protector en el hombre que el estrógeno en la mujer.
Se trata de la hormona de la masculinidad producida en los testículos, que define características varoniles como la voz, el vello facial, los músculos y la sexualidad.
¿Qué ocurre cuando esta hormona empieza a disminuir?
Después de los 30 o 40 años, el nivel de esta hormona disminuye aproximadamente un 2% por año, lo que se presta para que se presenten ciertas enfermedades o lesiones provocados por niveles bajos de esta hormona.
El hipogonadismo lo padecen 5 de cada 1000 hombres y se presenta cuando no existe capacidad en el hipotálamo para secretar cantidades normales de testosterona.
“La testosterona es la hormona más asociada con la masculinidad y todo, desde la profundidad de la voz hasta los músculos o la forma de su mandíbula, está determinado por sus niveles”, indica el urólogo Landon W. Trost, de la Clínica Mayo.
A nivel mental y emocional, este cambio hormonal puede provocar fatiga, disminución del deseo sexual y dificultad para concentrarse.
Según el Dr. Trost, las opciones de tratamiento son muy variadas, aunque no se puede esperar demasiado y a menudo tienen efectos secundarios. No hay cura ni droga milagrosa, pero sí una mejora modesta que ayuda a aliviar estos síntomas.