Todo comenzó en el siglo IV a.C., cuando los romanos decidieron utilizar la tradición helénica, en la que empezaron a nombrar los días de la semana según los astros y planetas que representaban sus dioses.
Estos cuerpos celestes estaban conformados por: Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Saturno y el Sol.
- Lunes: se le dio este nombre gracias a la diosa de la Luna.
- Martes: En honor al planeta rojo, Marte, la diosa de la guerra.
- Miércoles: Para este día se tomó en cuenta el planeta más cercano al Sol, Mercurio, quien era el Dios de los comerciantes para los romanos.
- Jueves: Se le dio este nombre para honrar al planeta Júpiter, quien es el padre de los dioses y los hombres.
- Viernes: Honraron a la diosa Venus, diosa de la belleza y el amor.
Para los dos últimos días, hubo gran influencia por los movimientos religiosos, quienes decidieron cambiarlos:
- Sábado: El término viene de la tradición judía, Shabbat, en el cual las personas están supuestas a descansar.
- Domingo: Proviene de la tradición bíblica de celebrar el Día del Señor, por eso las personas suelen ir a la iglesia.