Durante el embarazo es fundamental que la madre se alimente bien, para ayudar a que el bebé se desarrolle y crezca adecuadamente. Pero una buena alimentación durante la lactancia es igual de importante que la del embarazo.
Varias organizaciones han desarrollado campañas para concientizar a las madres sobre los beneficios de esta actividad, además de cómo debe alimentarse la madre durante este proceso.
Según la Unicef, durante la lactancia, la madre debe consumir más calorías diarias que las recomendadas para su edad, peso y contextura, ya que se consumen al menos 200 calorías más.
Para tener una dieta balanceada, la madre debe de consumir:
- Cereales: Contienen vitamina B, fibra, aportan energía y contienen ácido fólico.
Algunos ejemplos: arroz, avena, maíz, trigo, cebada, panes, galletas, legumbres, arvejas, garbanzos, lentejas y fríjoles.
- Frutas y verduras: Contienen vitaminas, minerales y fibra. Al menos una porción en crudo diariamente, ya que algunas vitaminas y minerales se pierden cuando se cocinan.
- Leche, yogur y queso: No se deben consumir todos los lácteos, porque la mantequilla y la crema contienen mucha grasa. Este grupo proporciona principalmente fósforo y proteínas, y está compuesto por la gran variedad de quesos, leches y yogures que hay en el mercado.
