Con aplausos y música…
Así acompañaron a Celso Piña, “El Rebelde del Acordeón”, a su última morada en su natal Monterrey, Nuevo León.
El cortejo fúnebre recorrió las principales calles de Monterrey, en las que vecinos, amigos, familiares y seguidores se dieron cita para despedirlo.
Un adiós, donde el arte, también se hizo presente.
Celso Piña vivirá para siempre en las calles de su natal Monterrey, Nuevo León, pues un grupo de jóvenes decidió inmortalizar en un mural a “El rebelde del acordeón“.
La obra se ubica frente al domicilio de los padres del cantante y compositor, ubicado en el Cerro de la Campana, quienes agradecieron a los artistas urbanos Jesús Abel Silva y Carlos Arriaga, el cariño por su hijo.
Los vecinos también apoyaron la iniciativa de los artistas, quienes terminaron este sábado el mural, después de la misa de cuerpo presente.