Según una investigación realizada por la Universidad de Thomas Jefferson, el humo del cigarrillo puede causar que el cáncer se propague.

Además, aumenta el riesgo de padecer cáncer de cuello y cabeza, los cuales son el sexto tipo de cáncer más comunes en el mundo.

“El humo del cigarrillo cambia el metabolismo de las células, haciendo que los tumores sean más eficientes como ecosistema para promover el crecimiento del cáncer”, dijo el investigador Ubaldo Martinez-Outschoorn.

De hecho, el humo del tabaco hace que las células cancerígenas se vuelvan más agresivas fuertes y resistentes a las quimioterapias.

La recomendación final es evitar todo tipo de acercamiento con el tabaco, incluso el de segunda mano, que es el que inhalamos cuando estamos cerca de alguien que fuma.