Varias prisiones en Suiza han optado por pintar las celdas de color rosa, pues aseguran que este color disminuye las agresiones entre los internos.
Este proyecto al que han llamado “Cool Down Pink” lleva por lo menos funcionando desde el 2015.
Aunque es un poco controversial, algunos países han empezado a implementarla, sin embargo, algunos lo consideran denigrante.
El investigador Alexander Schauss, realizó en la década de los 70 una serie de experimentos para demostrar el impacto del color rosa sobre el comportamiento humano.
En una de sus tantas pruebas, descubrió que el color rosa brillante tiene la facilidad de calmar a las personas.
Otro estudio realizado en el 2011 por la psicóloga suiza Daniela Späth, decidió llevar a cabo sus propios experimentos utilizando otro color de rosa, uno más pálido y suave al que llamó ‘Cool Down Pink’.
Desde entonces, se ha utilizado en 10 prisiones en todo Suiza, y durante cuatro años, el personal ha informado que el comportamiento de los reclusos ha sido menos agresivo.