Muchas veces nos olvidamos que el cuerpo de un niño es delicado, pues aún está formándose y por eso debemos prestarle atención a la manera en la que jugamos con ellos.
Algunos de esos juegos son como por ejemplo el “avioncito”, en el cual se toma a los niños por el brazo y se le empieza a dar vueltas de un lado a otro, lo cual es bastante divertido para ellos, pero hay que tener cuidado ya que podemos dislocar su hombro o fracturar su muñeca.
Otro llamado de atención que hacen los expertos es cuando los niños están caminando y se tropiezan, por lo que los padres lo halan del brazo para que no se caiga.
Finalmente, como los accidentes suelen ocurrir, recomiendan a los padres no hacer ningún tipo de ajuste por su cuenta, pues pueden empeorar la situación.