El embarazo puede traerle muchos cambios a una mujer en su vida, tanto sentimentalmente como físicos.
Uno de los cambios más notorios del embarazo se da en la textura de la piel de la mujer. Durante el primer trimestre de embarazo, hay muchos cambios hormonales que hacen que la piel de la embrazada se convierta en un foco de numerosas afecciones como acné, hinchazón y estrías. Por lo tanto, es importante tener un cuidado adecuado.
Las estrías son una de las alteraciones en la piel de la embarazada más frecuente, pues cuando la piel del vientre se empieza a expandir, se da un estiramiento de la piel que conlleva a estrías. Estas también pueden afectar las piernas, glúteos y pechos de la mujer.
Para evitar estas posibles alteraciones, hay algunas recomendaciones que se pueden hacer:
Limpieza e hidratación: Es importante que antes de aplicar cualquier mascarilla o producto hidratante en tu piel, consultes con tu médico para confirmar que este no va a afectar tu embarazo.
Es recomendable usar productos como cremas hidratantes anticelulíticas o antietrias, y que sean de componentes naturales.
Una alimentación adecuada: La dieta también es uno de los factores que afecta el estado de tu piel. Una dieta equilibrada y rica en vitamina B3, ayudará con el exceso de grasas y azucares en el cuerpo, evitando la aparición de acné.
También, es importante tener una dieta ligera en frutas y verduras, con mucha agua, para así evitar el aumento de peso y mantener la piel hidratada.
Activar el sistema circulatorio: Para las varices, lo mejor es caminar todos los días, así aumentas la circulación en tu cuerpo, y evita quedarte sentada o en la misma posición mucho tiempo.