Desde un día antes de la entrega de los Latin Grammy, el colombiano Juanes ya había sido objeto de un reconocimiento por parte de la Academia Latina, al ser elegido Persona del Año.
Pero ya en la entrega, durante el evento celebrado la noche del jueves 14 de noviembre, se gestaba una sorpresa muy especial para el cantautor oriundo de Cali.
Tras presentarse un tributo a Juanes, donde el músico estuvo espectacular, Lars Ulrich, el baterista de Metallica, apareció en el escenario con un blazer color vino y una camisa y gorra negras de satín. Ante la incredulidad de Juanes, Lars se acercó al micrófono, dio las buenas noches en español, se presentó y relató su primer encuentro con Juanes años atrás en México y lo elogió por su gran talento y creatividad, pero especialmente como un gran ser humano, quien ya se había confesado gran fan de Metálica desde siempre y ahora –dijo Lars- “se cierra el círculo, declarándome yo un verdadero fan de Juanes”.
Mientras Lars platicaba con la audiencia, Juanes, sin poder creerlo, se tapaba el rostro con las manos, sacaba la lengua y emitía expresiones de incredulidad. Caminaba nervioso de un lado a otro cargando su guitarra, a unos cuantos metros del baterista de Metallica y poco faltó para que llorara de emoción.
Lars cerró su speech, señalándolo con la mano y diciendo: “Mi amigo, mi parcero, estoy orgulloso de ti, y por ser Persona del Año por la academia Latina de la Grabación, señoras y señores, ¡Juanes!!!”.
Se fundieron ambos en un gran abrazo y luego Juanes tomó el micrófono para expresarle su admiración a la banda de Metallica, que, según él 13 años atrás en Medellín, cambiaron su vida.
Tras agradecer a su familia, amigos, directivos, colaboradores, fans, y a todo Colombia, dijo: “A todos ustedes los quiero mucho, amén, ¡más futuro que pasado!!!”.