El hablar de divorciarse es un tabú que existe en todos los matrimonios, pues es algo que ninguna pareja tiene pensado hacer cuando recién se casa. Pero las circunstancias de convivir con tu pareja por mucho tiempo, los hijos, la familia y muchas otras cosas, hacen que muchas parejas no puedan seguir adelante y tengan que divorciarse.
Según cifras de la prestigiosa revista ´Time´, en los años 70 y 80 el índice de divorcio en los Estados Unidos llego al 50% y en la actualidad es del 40%.
Siempre se había visto como una necesidad tener una pareja, una familia y vivir una vida feliz con esta. Sin embargo, ahora esta concepción está cambiando, pues no se ve tan mal una persona soltera o divorciada.
Los estudios han mostrado que las edades más propensas para divorciarse son entre los 40 y 50 años, seguido de los 50 a 60.
Esto se debe principalmente a que en estas edades los cuerpos de las personas van cambiando en mayor medida, los hijos se van yendo, por lo que se rompe esta unión que los amarraba, y también se empieza a pensar si realmente quieren pasar su vejez junto a esta persona, lo que los hace en muchos casos terminar las relaciones.