Un estudio realizado por el centro de ciencias de los lobos, en la Universidad de Viena, ha revelado que existe una explicación al aullido de los lobos.
Según los investigadores, en los experimentos realizados, se pudo establecer que cuando los lobos se separaban de otros por alrededor de 45 minutos, estos empezarían a aullar por melancolía.
El aullido variaba según el tiempo que el lobo que abandonaba la manada habría pasado en esta, pues entre mayor hubiera sido su duración, es decir, entre más antiguo fuera el lobo que abandonara la manada, mayor seria la frecuencia y duración de los aullidos por parte de los lobos.
Otro dato interesante es que, cuando el lobo que abandonaba la manada era uno dominante, la “calidad del aullido” sería mucho mayor a cuando era otro lobo. En otras palabras, entre más importante hubiera sido el lobo que abandonara la manada, mayor seria la melancolía que sintieran y por ende mayor la duración y cantidad de aullidos.