La era moderna trajo a la vida de las mujeres las toallas sanitarias, dándoles calidad de vida en los días de la menstruación, ya que anteriormente, las mujeres utilizaban trapos que después de usarse, se lavaban y guardaban para el siguiente período.
Pero lo que no todos sabemos, es que las toallas sanitarias tardan entre 500 y 800 años en degradarse.
La zona íntima femenina es un área muy sensible y está compuesta por muchos vasos sanguíneos linfáticos. Esto hace que puedan absorber los químicos que contienen las toallas sanitarias, y así llegan al torrente sanguíneo. Por esta razón, se recomienda no utilizarlas cuando no se necesitan.
En 2013, un estudio realizado por la organización Women’s Voices For The Earth, demostró que las toallas higiénicas contienen algodón procesado y descontaminado, para la cual utilizan cloro y otros químicos.
También se observó en otras pruebas, que algunas toallas y tampones contenían dioxinas y pesticidas.