Las bebidas con gas no son solamente los refrescos, que son verdaderamente nocivos para nuestra salud por su alto contenido de azúcar y colorantes.
Una bebida con gas, puede ser simplemente agua con gas, la cual alivia problemas estomacales. Debe beberse poco a poco porque cuando la consumimos aceleradamente puede traernos más malestar estomacal e hipo.
Cuando estamos en proceso de bajar de peso, beber agua con gas es una buena opción, porque nos hace sentir saciados y por lo tanto comemos menos.
Y una buena noticia para los que sufren diabetes tipo 2, fue mostrado en el blog de Dietistas Nutircionistas:
“Los resultados mostraron que el consumo de esta agua tiene el posible potencial de prevenir y/o mejorar la DT2 a través de las alteraciones del metabolismo de acogida y la composición de la microbiota intestinal”
Como todo en exceso es malo, cuando bebemos demasiada agua con gas puede afectar nuestros huesos y dientes, por lo tanto, no podemos beber agua con gas como los dos litros de agua recomendados diariamente, porque el exceso del mineral que contiene, puede desgastar el esmalte de los dientes.