La relación entre Ana Bárbara y su padre, Don Antero Ugalde, ha sido siempre de “Estira y Afloje”, él es un hombre de rancho, tradicional, que ha batallado mucho con la vida que ha elegido su hermosa hija, ha sufrido con ella y por ella, sus separaciones amorosas, sus elecciones de novio, sus escándalos, ha dado declaraciones que han puesto en jaque a la Reina Grupera, pero el amor entre ellos es innegable.

Es difícil de olvidar una conferencia de prensa donde la cantante rompió en llanto al asegurar que estaba distanciada de su padre, y que esto le partía el corazón, pero bien dicen que en las enfermedades es donde se sabe quién realmente te quiere y con quién cuentas de forma incondicional, y esto sucedió tras la embolia que hace un mes sufrió don Antero y que le tuvo al bode de la muerte, pese a que Ana documenta casi todo en su vida en redes, llevó este proceso en silencio y se dedicó en cuerpo y alma a apoyar el restablecimiento de su papá.

“Comencé a sentirme muy mal, no podía hacer nada, poco a poco fui volviendo a caminar, a sentir como mi cuerpo se desentumía, y no me quedó ninguna complicación, me recuperé sin secuelas. Mi hija estuvo totalmente al pendiente, en cuanto pasó sin dudarlo corrió a verme, incluso ella quería llevarme a Los Ángeles para que me viera un médico pero ya sabe que a mí no me gusta viajar, me recupero mejor en mi casa, estoy asistiendo a terapias, tomando mis medicamentos, aunque esto va pa´ largo, me llama casi a diario, pero no quiero alarmarla y cuando me pregunta cómo estoy respondo que siempre bien.”

Finalmente trascendió que aún es muy pronto para que le den de alta, lo que más ha tardado es recuperar la movilidad de sus pies y manos, hace sus ejercicios y por supuesto ha tenido que dejar de trabajar, pero sus hijos lo apoyan económicamente, mes a mes le mandan su dinerito para que su única preocupación sea recuperarse y volver a su vida normal.