Actualmente, cuando papá y mamá trabajan, generalmente de tiempo completo, y no hay alguien de mucha confianza con quien dejar a su hijo, ellos recurren a las guarderías, que son lugares especializados en cuidarlos como en casa.
Como este es un asunto de inmensa responsabilidad, una guardería debe contar con gente profesional y muy capacitada para atender debidamente a los niños.
Las guarderías tienen normas como, por ejemplo: respetar horarios, pagar las cuotas, asegurarse que los padres proporcionen ropa, pañales, cremas, biberones, etc y las niñeras cumplen con el bienestar de los niños, les enseñan cosas útiles y los mantienen limpios y cómodos.
Pero, ¿cómo saber si tu hijo está bien cuidado en la guardería a la que acude?
Aquí te damos unas pautas y aunque los niños todavía no hablen, ellos emiten señales cuando no está a gusto con el lugar, las niñeras o sus propios compañeritos.
1. Una señal de alerta es si el niño llega con golpes, moretones o aruñones. Aunque pasan accidentes inevitables, los padres deben ser informados inmediatamente de alguna situación incómoda para el niño.
2. Es importante verificar que la higiene del bebé o niño, sea adecuada, es decir, que cambien el pañal con frecuencia, que los limpien después de comer y jugar y que los entreguen limpios como los recibieron.
3. También hay que tener en cuenta si el niño llega con hambre o con sed, porque podría indicar que no está comiendo bien en la guardería.
4. Como en la mayoría de las guarderías hay un espacio para la siesta, algunos niños no se duermen fácilmente y las niñeras no les dedican tiempo por lo que puede ocurrir que cuando lo recogen al final de la tarde, el niño esté llorando por sueño y cansancio.
5. Algunas veces los niños dicen ¡No quiero ir! . Esto podría indicar que el niño no quiere volver a un lugar donde no la pasa bien. Otra señal de alarma es que el niño se vuelva agresivo o retraído, lo cual es una manera de manifestar su rabia hacia alguien o algo.