Madres hay de todos los tipos, algunas son muy cariñosas, otras permisivas, frías, estrictas, clásicas, modernas y de muchos otros estilos.
Pero, como no existen cursos de cómo ser una buena madre, seguimos nuestro instinto y muchas veces las madres más abnegadas y consentidoras son criticadas porque existe la creencia de que malcriarán a sus hijos.
Algunas de estas madres son consideradas sobreprotectoras y empalagosas; pero, si eres así, no te preocupes y sigue adelante que no vas a malcriar a tus hijos, siempre y cuando pongas límites.
Ser una madre cariñosa y consentidora, traerá beneficios para el niño como:
1. Se fortalece el lazo entre madre e hijo.
Se genera una mayor confianza entre los dos, lo cual lleva a una educación sólida y ellos podrán expresar sus opiniones y temores sin miedo.
2. El niño se sentirá respaldado
El niño no temerá de muchas situaciones en la vida porque se sabe respaldado por su madre y se sentirá capaz de sobrellevar los obstáculos, ya que el amor maternal le dará fuerzas y nutrirá su valentía.
3. Inteligencia emocional
Es de suma importancia contar con la capacidad de gestionar las emociones para poder usarlas a tu favor. Una madre cariñosa ayudará a su hijo a aprender a controlar diversos sentimientos y a tolerar la frustración.