Los padres se preguntan ¿Qué hacer cuando se tiene un hijo grosero, prepotente o irrespetuoso?
Hay que tener en cuenta que cuando un niño pequeño está haciendo un berrinche en público, lo peor que se puede hacer es ponerse a gritar y tratar de controlar lo incontrolable.
Con los hijos adolescentes es peor, ya que muchos jóvenes quieren hacer notar sus ideales e imponer sus órdenes y creencias. En pocas palabras, quieren que se haga lo que ellos quieren.
Cuando estos jóvenes están “poseídos por la ira’, lo mejor que se puede hacer es ignorarlos o advertirles que no se hablará con ellos hasta que estén calmados.
Cuando se llega a esa situación de calma, ahí es el momento indicado para hablar con ellos.
Lo primero que se les debe pedir es que repitan lo que dijeron en su momento de mayor furia. Y, generalmente TODOS dicen que no dijeron nada ni hicieron un show en el momento.
En ese instante, los padres deben repetir textualmente sus palabras y así no les queda más remedio que aceptar lo que hicieron acompañado de una excusa; es decir, ellos aceptan lo que dijeron con la explicación de que sintieron mucha rabia por alguna actitud de algún miembro de la familia o cualquier otro motivo.