• Hasta la fecha, Vietnam no ha tenido víctimas fatales como resultado de la pandemia.
• El gobierno actuó rápidamente para suspender vuelos, cerrar escuelas y poner en cuarentena a los recién llegados.
• Más de 45 millones de vietnamitas han salido de la pobreza entre 2002 y 2018.
¿Cómo se enfrenta una nación con recursos limitados a una pandemia global que ha llevado a los sistemas de salud de muchos países desarrollados a un punto de quiebre?
Ese es el desafío que enfrentan muchas de las naciones en desarrollo más pobres del mundo, incluidos países como Vietnam. Pero si bien puede parecer una conclusión inevitable de que el brote de coronavirus iba a azotar al país, Vietnam se ha destacado como un ejemplo de cómo hacer más con menos.
Hasta ahora, el país tiene 194 casos confirmados de coronavirus COVID-19, y no hay muertes. A diferencia de otros países asiáticos más ricos, Vietnam no está en condiciones de llevar a cabo programas de pruebas masivas. Corea del Sur, por ejemplo, ha evaluado a 338,000 personas. En Vietnam, ese número es de solo 15,637 personas (cifras del 20 de marzo de 2020). Pero al centrarse en las medidas que están bajo su control, el país ha ganado elogios de la comunidad internacional.
Acción rápida
El 1 de febrero, Vietnam lanzó una serie de iniciativas para abordar la propagación de COVID-19. Suspendió todos los vuelos hacia y desde China. También decidió mantener cerradas las escuelas después del receso del Año Nuevo lunar. Dos semanas después, se impuso una cuarentena de 21 días en la provincia de Vinh Phuc, al norte de Hanoi. Esa decisión fue provocada por las preocupaciones sobre el estado de salud de los trabajadores migrantes que regresan de Wuhan, China, donde se originó el virus.
Sus medidas contra el coronavirus han incluido cuarentenas obligatorias de 14 días para cualquier persona que llegue a Vietnam y la cancelación de todos los vuelos extranjeros. También aisló a las personas infectadas y luego comenzó a rastrear a cualquier persona con la que pudieran haber tenido contacto.
“Los vecinos saben si vienes de un país extranjero”, dijo Truong Huu Khanh, jefe del departamento de enfermedades infecciosas del hospital de niños de la ciudad de Ho Chi Minh. “Si una persona infectada está en el área, nos informarán de esto”.
Como un estado de un único partido, con servicios militares y de seguridad grandes y bien organizados, Vietnam ha podido tomar decisiones e implementarlas rápidamente. También existe una fuerte cultura de vigilancia, y se espera que las personas informen a sus vecinos si sospechan que alguien ha hecho algo malo. Cualquiera que se encuentre compartiendo noticias falsas y desinformación sobre el coronavirus corre el riesgo de una visita de la policía, y hasta ahora se ha multado a unas 800 personas.
No es el tipo de enfoque que probablemente funcione en sociedades más abiertas. Pero con recursos limitados a su disposición, Vietnam aparentemente ha logrado controlar el brote.