San Diego creará más espacio de recreación exterior a partir del jueves transformando cuatro segmentos de la carretera en “calles lentas”, donde parte de la calzada está reservada para peatones y ciclistas.

El objetivo es permitir a los residentes hacer ejercicio y moverse con más facilidad, y al mismo tiempo practicar un distanciamiento social seguro durante la pandemia COVID-19. El distanciamiento social puede ser difícil en aceras estrechas o carriles para bicicletas.

La ciudad también reabrirá varios carriles para bicicletas e instalará botones más grandes para “caminar” que pueden ser presionados usando un codo en lugar de una mano. El objetivo de los botones más grandes en los cruces de peatones es prevenir la propagación del nuevo coronavirus.