Para los hombres, conquistar a una mujer, implica un gran esfuerzo. Este intento por conquistar es un arma de doble filo, ya que puede tener éxito o que después de darlo todo sean rechazados de forma rotunda.

Cuando un hombre se enamora de una mujer, hacen hasta lo imposible por tratar de convencerla que son el mejor partido que puede haber para ellas.

Ellos arriesgan casi todo con la finalidad de conquistarlas y tener su amor y atención.

Los hombres batallan contra sus propias inseguridades, ya sea físicas o económicas. Ellos siempre tienen algo que les causa inseguridad pero que casi nunca revelan, y tiene mucho que ver con ser lo suficiente para la mujer que están conquistando.

En el aspecto económico, ellos siempre se esfuerzan por tener detalles, algunas veces sencillos, otras costosos y algunas veces van más allá de sus posibilidades.

Sin embargo, lo que más les causa sufrimiento al tratar de conquistar a una mujer, es la incertidumbre de que ellas se fijen en alguien más, y puede llevarlos a tener una baja autoestima. Pero cuando logran conquistarla, la dicha por este logro es inmensa.