Si piensa que la tortuga era el animal más lento de la naturaleza, está equivocado.

El animal más lento del planeta es el oso perezoso. Este animal se encuentra principalmente en Centroamérica.

El perezoso es inofensivo, se toma la vida con mucha calma, y pasa sus días descansando sobre las copas de los árboles.

Muy pocas veces supera la velocidad de 0.2 kilómetros por hora, y lo hace cuando necesita pasar de rama en rama usando sus garras para sostenerse.

El perezoso baja del árbol solamente para hacer sus necesidades fisiológicas, porque no puede mantenerse de pie y debe arrastrarse para poder moverse, lo que lo convierte en una presa fácil para los depredadores.

Paradójicamente, el perezoso es muy buen nadador y puede hacerlo rápidamente para cruzar ríos en busca de nuevos territorios o para aparearse.

Cuando debe defender a sus crías, aumenta su velocidad, logrando hacerlo cinco veces más rápido que un caracol.