El desafortunado incidente que protagonizó el actor Pablo Lyle el 31 de marzo de 2019, donde éste, tras un altercado automovilístico agredió a Juan Ricardo Hernández y que finalmente provocó su muerte, ha superado el año.
Lo que inició con un cargo de agresión (delito en tercer grado) fue cambiado por la fiscalía por una acusación de homicidio involuntario que implica una pena de hasta 15 años en prisión.
Lyle no puede salir de Estados Unidos y un juez le fijó una fianza de USD 50,000 y un arresto domiciliario.
El actor, quien vive con su hermana, puede andar en Miami, pero con monitoreo electrónico.
Sin embargo, esta semana, Philip Reyzenstein abogado del actor, explicó que se presentarán nuevos recursos que confían serán escuchados por la corte:
“Pablo Lyle es presunto inocente. Ha hecho todas las apariciones en la corte. Antes de que la fiscalía pueda atraparlo, tienen que pasar por mí. No va a pasar. Se le debe permitir regresar a casa para trabajar y estar con su familia”, y agregó:
“Este es un caso clásico de defensa propia, él estaba tranquilamente en un auto, fue atacado, él salió y usó la menor fuerza posible para golpear al hombre una sola vez; lo que pasó después de eso fue muy desafortunado”, explicó el abogado. “El hombre atacó su auto, atacó el auto en el que iba su esposa, atacó el auto en el que iban tres niños pequeños de cuatro, seis y ocho años. Entonces, ¿debió aceptar que sus vidas corrieran peligro? No lo creo”.
De acuerdo con el abogado, las medidas para evitar el contagio por COVID-19 han retrasado la audiencia hasta julio y evitado que Pablo Lyle vea a su familia; pero espera que la cuarentena genere empatía en la gente y se den cuenta de lo que ha representado estar encerrado tanto tiempo para Lyle.