La búsqueda mundial de un tratamiento contra el coronavirus ha dado lugar a un improbable salvador potencial: una llama de nombre Winter, cuya sangre podría contener un arma para neutralizar el virus.

Vive en una granja de investigación en Bélgica con otras 130 llamas y alpacas. Y como todas ellas, produce una clase especial de anticuerpos que combaten la enfermedad y que se muestran prometedores en las pruebas de laboratorio para bloquear el coronavirus de entrar e infectar las células.

En un artículo publicado en la revista Cell, un equipo internacional de científicos informa que estos pequeños anticuerpos, cosechados de la sangre de Winter, fueron usados para diseñar un nuevo anticuerpo que se une a las proteínas puntiagudas que cubren la superficie del nuevo coronavirus, “neutralizando” su insidioso efecto. El estudio, aunque preliminar, apunta a un posible tratamiento para el covid-19, si los resultados se mantienen en los estudios en animales y humanos.