Hay más que una posibilidad. Sucederá. Es inevitable, pero sucederá en algún grado.

En este momento, hay miles y miles de estadounidenses que han sido infectados con el coronavirus y no lo saben. Muchas de estas personas pueden tener síntomas leves de la enfermedad o no tener ningún signo o síntoma.

Ahí no es donde está el verdadero problema. Si esas personas se quedaran en casa o mantuvieran un buen distanciamiento social, no tendrían muchas posibilidades de infectar a otros.

Algunas personas serán cautelosas en las reaperturas, pero muchas saldrán sin precauciones. Los bares, restaurantes, cines y parques temáticos estarán llenos de gente que muere por quemar la energía acumulada.

Pero al virus no le importa. Todo lo que sabe hacer es replicarse. Si lo introducimos en multitudes de personas eso es precisamente lo que va a hacer, reproducirse.

Hay un número limitado de cursos de acción que podemos tomar. Podemos mantener un distanciamiento social y un contacto mínimo con los demás hasta que el número de individuos infectados sea bastante pequeño, o podemos dejar la precaución y aceptar que una cierta cantidad de gente va a enfermar y morir. Este será el precio que pagaremos para impulsar la economía.

Podríamos esperar hasta que una vacuna efectiva esté disponible, pero ¿quién sabe cuándo será o qué tan efectiva será cuando llegue aquí?

Podríamos hacer pruebas masivas de anticuerpos y sólo permitir que aquellos con anticuerpos (y presunta inmunidad a la reinfección) entren en reuniones públicas donde el distanciamiento social no sea posible. El problema es que no sabemos si el desarrollo de anticuerpos hace que uno sea inmune a futuros brotes de enfermedad.

Creo que vamos a seguir con un índice endémico de coronavirus durante mucho tiempo. Será como una segunda gripe, y la gente se acostumbrará a tenerla como una de nuestras muchas enfermedades infecciosas mortales.

Hasta hace poco, la mayoría de la gente no se daba cuenta de que decenas de miles de estadounidenses mueren cada año por la gripe, y tenemos una vacuna para eso. Rara vez aparecía en las noticias y ciertamente no llegaba a los titulares.

La esperanza es que eliminemos al COVID-19 con un plan de vacunación efectivo y relegarlo a los libros de historia como la viruela y la polio.