Es posible que tengas algún familiar, amigo o pareja que sufran de ansiedad, y la preocupación que sientes por esa situación puede llevarte a pedirle que se calme, sin saber que necesita paciencia, amor y que entiendas lo que vive diariamente.

La ansiedad, se define como la preocupación y miedos intensos, excesivos y continuos ante situaciones cotidianas y muchas veces esa preocupación se vuelve excesiva, está presente en todo momento e interfiere con la vida diaria.

Pedirle a una persona con ansiedad que se calme, es como pedirle a un diabético que se olvide de su enfermedad.

La ansiedad presenta respiración agitada, sudoración, sensación de cansancio, es posible que no tenga confianza en sí mismo, y por esto que necesita el apoyo de los más cercanos y ayuda profesional.

También hay quienes le dicen a una persona con ansiedad que se calme, porque todo está en la mente, sin embargo, las personas con ansiedad pueden presentar cosquilleo en las extremidades, sudoración, náuseas y sensación de inseguridad, y aunque decimos que la mente controla al cuerpo, ellos sienten que el cuerpo controla la mente, por lo que entran en confusión constante.

Si una persona cercana sufre de ansiedad, lo que menos necesita es que le pidas que se calme; esa persona necesita paciencia, amor, comprensión y apoyo, es importante compartir tiempo de calidad para poder hablar con ella.