Un estudio que analizó 48 casos de 14 hospitales en los Estados Unidos, realizado entre finales de marzo y principios de abril, muestra que 2 niños murieron, 18 necesitaron de un ventilador y 2 de ellos permanecen con respiración asistida después de un mes.

El estudio revisó los casos de niños pacientes de COVID-19 que ingresaron a las unidades de cuidados intensivos en los Estados Unidos.

También se refuerza la evidencia de que solo un pequeño porcentaje de niños se afecta gravemente por el coronavirus, aunque también confirma que algunos pueden enfermarse de forma devastadora, especialmente cuando tienen enfermedades previas.

Aproximadamente, unos 40 pacientes, incluidos los que murieron, tenían enfermedades preexistentes y casi la mitad de esos pacientes tenían trastornos complejos del desarrollo como parálisis cerebral o se les había practicado traqueotomías o sondas de alimentación, cáncer o eran inmunodeprimidos debido a trasplantes de órganos o afecciones inmunológicas.

Sin embargo, en la investigación no se abordó el misterioso síndrome vinculado al coronavirus y que ha alertado a las autoridades sanitarias en Nueva York, donde 73 niños han sufrido problemas inflamatorios y cardíacos potencialmente mortales.

Aunque esos casos se han catalogado como “poco comunes”, Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, subrayó que se está observando que la COVID-19 está causando “enfermedades graves” en niños, con síntomas similares a la enfermedad de Kawasaki y a un síndrome similar a un “shock tóxico”.