A medida que las universidades hacen planes para traer a los estudiantes de vuelta al campus, una estrategia común está surgiendo: Renunciar a las vacaciones de otoño y llevar a los estudiantes a casa antes de Acción de Gracias.

La Universidad de Notre Dame, que el lunes anunció un plan detallado para traer de vuelta a los estudiantes, se encuentra entre las universidades que han dicho que encontrarán formas de acortar el semestre de otoño, en un intento de evitar una “segunda ola” de infecciones por coronavirus que se espera que surjan a finales de otoño.

Otros campus que están siguiendo estrategias similares son la Universidad de Carolina del Sur, Rice y Creighton. Según los funcionarios de la universidad, en sus cálculos se han incorporado las suposiciones epidemiológicas de que la reducción de los viajes ayudará a los estudiantes a evitar contraer y propagar el virus, y que cualquier alivio de la pandemia este verano terminará con el regreso de la temporada de gripe.

“No sabemos si la segunda ola será más débil o más fuerte, pero existe un riesgo significativo de que esto resurja en el invierno”, dijo el presidente de Rice, David W. Leebron.

Cuando los estudiantes regresen al campus, las cosas se verán diferentes. Un comité especial de la Universidad de Kentucky recientemente discutió su visión de un semestre de otoño como ningún otro: Puede haber puntos de control de la fiebre en las entradas de los edificios académicos, caminos de un solo sentido a través del patio de hierba y requisitos de máscaras faciales en las aulas.