De acuerdo con los historiadores, muchos pueblos de la antigüedad usaron la pelota.
Los niños egipcios jugaban con ella en el año 1400 A.C.; las pelotas las fabricaban con papiro, caña, marfil, arcilla, oro o madera.
En Turquia, antigua Troya, se descubrieron grabados de pelotas en los vasos de boda que representaban los ritos nupciales.
Las tribus celtas, en las islas británicas, fabricaban las pelotas con vejigas de cordero y cabras para jugar un deporte muy parecido al fútbol actual.
En el siglo IV antes de Cristo, un gobernante chino llamado Fu-Hi, quien además era inventor, apelmazó varias raíces duras hasta formar una masa redonda que recubrió con pedazos de cuero crudo. Así se inventó la pelota.
Ellos jugaban a pasarla de mano en mano y no hicieron campeonatos.
Las culturas mesoamericanas usaron las primeras pelotas que rebotan, elaboradas de caucho y látex.
El jugo de pelota se extendió por las tribus del continente americano, desde los esquimales hasta el extremo sur. Las pelotas las rellenaban con arena, caucho o solamente con aire.
Tanto los pueblos europeos como los precolombinos, utilizaron la pelota para el esparcimiento o en ritos religiosos.