La semana laboral de cuatro días ha sido promocionada como una forma de mejorar el equilibrio entre trabajo y vida. Ahora está recibiendo un impulso de la líder de Nueva Zelanda, que recientemente planteó la idea de que podría ayudar a la economía tras la pandemia del coronavirus.

En un video de Facebook Live, la Primera Ministra Jacinda Ardern compartió la sugerencia mientras discutía formas para revivir el turismo en su país. En los últimos meses, la crisis del coronavirus ha obligado a la gente de todo el mundo a cerrar y diezmar la demanda mundial de viajes.

“He tenido a mucha gente sugiriendo que deberíamos tener una semana de cuatro días”, dijo Ardern.

Añadió que tal medida dependerá en última instancia de los empleadores, pero dijo que podría dar a los viajeros nacionales “flexibilidad en términos de sus viajes y sus permisos”. Ardern señaló que el 60% de la industria turística de Nueva Zelanda proviene de los locales.

“Hay muchas cosas que hemos aprendido de Covid sobre la flexibilidad para la gente que trabaja desde casa y la productividad que se puede sacar de eso”, continuó.

La primer ministro animó a los empleadores a considerar permitir una organización del trabajo más flexible, incluyendo el trabajo a distancia y la ampliación de las horas de trabajo en menos días, si es posible, “porque ciertamente ayudaría al turismo en todo el país”.