No hay pruebas de que el coronavirus pueda contagiarse a las personas a través del agua de las piscinas, jacuzzis, balnearios o parques acuáticos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Pero el mayor riesgo para la salud en las piscinas no es el agua, dicen los expertos, sino las otras personas que están en la piscina, que podrían contagiar el virus a través de las gotitas respiratorias al toser o estornudar.

Por eso el CDC recomienda que los visitantes usen máscaras faciales (no debajo del agua), se mantengan a seis pies de distancia dentro y fuera del agua y eviten compartir el equipo de la piscina.