Científicos de la Universidad del Centro de Florida, están buscando reducir los riesgos de contagio de Covid-19 en lugares públicos donde se dificulta guardar la distancia de seguridad, creando un producto que espesa temporalmente la saliva humana.
Así, las gotas de saliva que se expulsan al toser, estornudar, hablar o simplemente respirar quedan flotando en el aire, tenderían a caer al suelo y disminuiría las posibilidades de que otra persona las inhale, se posen en superficies o entren en sistemas de calefacción o aires acondicionados.
Acompañada con una máscara o con tapabocas, la pastilla podría acortar la distancia de seguridad requerida a unos 60 centímetros, de acuerdo con los datos arrojados en las pruebas preliminares de laboratorio.
El profesor Mike Kinzel, del Departamento de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial y su equipo, tienen como propósito crear una tableta hecha de almidón de maíz o caramelo que la gente podría ingerir antes de salir de casa al trabajo, supermercado, escuela, o lugares concurridos, ya que en muchos estados de Estados Unidos están empezando a salir del confinamiento y así es más difícil conservar la distancia de seguridad con otras personas.
El profesor Kinzel utiliza el símil de las nubes que se forman por pequeñas partículas que flotan en el aire durante horas hasta que colisionan entre ellas, formando unas partículas más grandes que caen a la tierra en forma de lluvia.